En este artículo responderé a las siguientes preguntas:
- ¿Qué es la queja?
- ¿Cómo te afectan tus quejas y las de los demás?
- ¿Cómo manejar a un colaborador quejoso crónico?
Puedes saber más de los PADs desde aquí.
¿Qué es la queja?
Según Manfred F.R. Kets, distinguido profesor clínico en INSEAD, la queja es una herramienta de nuestro cuerpo que ayuda con el desahogo emocional, en la que expresamos y compartimos con nuestro entorno nuestras preocupaciones de forma poco productiva. La idea inicial de alguien que se queda es sentirse mejor consigo mismo, pero si lo hace de forma recurrente conseguirá todo lo contrario.
También es una forma de ejercer influencia en las percepciones de los demás. Una persona que se queja podría estar tanteando las ideas de los demás, para luego reclutarlas como socios para algún proyecto nocivo de cualquier tipo.
¿Cómo te afectan tus quejas y las de los demás?
¿Cómo te afectan tus propias quejas?
Las investigaciones de Manfred demuestran que las quejas recurrentes generan daños físicos. Ya que al repetir de forma constante pensamientos y sentimientos negativos los neurotransmisores en el cerebro crean una especie de «cableado neuronal» de fácil acceso, o lo que conocemos como hábito. Lo que terminará reforzando los patrones de comportamiento nocivos hasta causar daño en el hipocampo.
Por otro lado, también te puedes convertir en una persona con pensamiento polarizado (o es blanco o negro, bueno o malo). Lo cuál es el peor enemigo de la comunicación y coordinación efectiva. Te llegarás a acostumbrar a ver problemas en todos lados, en vez de enfocarte en las soluciones.
Y por último, afectará severamente tu capacidad de comprometerte con tu equipo ya que te convertirás, tarde o temprano, en un elemento nocivo.
¿Cómo te afectan las quejas de otros?
Existe algo denominado por los psicólogos como «identificación proyectiva», que indica que nosotros tenemos la tendencia de aceptar los sentimientos de otros solo por proximidad y recurrencia. Entonces cuando convives con alguien que se queja de forma crónica, es muy probable que adoptes parte de esos sentimientos.
Lo que es sumamente curioso es que esta «transferencia» de sentimientos forma parte de nuestra estructura evolutiva. Ya que algunos neurocientíficos creen que poseemos neuronas del tipo «espejo», las mismas que fueron muy importantes para la supervivencia de nuestros ancestros. Al ser seres sociales, tendemos a imitar los estados emocionales de nuestra «manada» para poder encajar.
Y tiene mucho sentido, ya que una de las actividades más importantes de nuestros abuelos muy lejanos era la cacería y todos tenían que estar sincronizados emocionalmente para que esta sea exitosa.
¿Cómo manejar a un colaborador quejoso crónico?
Ahora que entiendes qué es la queja y su impacto en tu vida, te comparto lo que debes hacer para gestionar a alguien así:
01. Poner límites claros
Está muy bien que empieces a escuchar lo que te quiere decir, pero no permitas que se vuelva una conversación repetitiva. O sea que cada vez esta persona quiera empezar con su ronda de quejas, tú debes de decirle que entiendes su incomodidad, tristeza o frustración, pero no deseas involucrarte en conversaciones poco constructivas.
Puedes aprender a decir No con la metodología DOC desde aquí.
02. Enséñale a reclamar
Ayuda a la persona, que se queja crónicamente, a entender que existe una herramienta más productiva para compartir sus emociones llamada reclamo. Y que cuenta con las siguientes características:
- Necesitas reconocerte como molesto, triste, indignado, etc.
- Debes analizar qué parte es tu responsabilidad (ya sea por exceso, error u omisión de algo).
- Identifica cómo te afecta la situación para poder exigir una reparación. La misma que debe ser razonable (si estás en un restaurante y se demoran, no sería razonable que como reparación pidas un auto 0 km a cambio).
- Prepárate para estar abierto a múltiples alternativas de compensación.
- Agradece internamente el aprendizaje.
03. Si no funciona el paso 01 ni 02, entonces aléjate o sepáralo del equipo
En caso sea tu compañero y no tengas ningún poder sobre su contratación deberás alejarte de esa persona, ya que estás poniendo en riesgo tu propia salud mental.
En caso esto no funcione, deberás separarlo del equipo ya que es un elemento tóxico.
Conclusiones
Las quejas nunca te llevarán a nada útil, en su reemplazo puedes usar el reclamo. Además, debes tratar de ayudar a las personas quejosas, sin permitir que eso te influya directamente. En el caso que no puedas conseguirlo, deberás separarte o separarlo, ya que es un elemento tóxico.
Si deseas un poco más de ayuda, no dudes en escribirme desde aquí, para profundizar en tu situación y juntos buscar nuevos caminos para salir adelante.